Soy Mario Hijo de Dios, esposo, padre, pastor y siervo comprometido con la verdad y la transformación espiritual de vidas. A lo largo de mi camino, he sido testigo del poder de Dios en las pruebas más desafiantes de la vida.

La Historia de Mario Hijo de Dios: Un Camino de Redención y Esperanza

No nací en la iglesia.


Vengo de una vida de delincuencia, de oscuridad, de violencia. Mi nombre en las calles era conocido, pero mi alma estaba perdida. Sin embargo, alguien oraba por mí. Mi madre, sin que yo lo supiera, estaba de rodillas. Su intercesión silenciosa, constante, fue la semilla que Dios usó para llamarme.


Y así, un día, Cristo me encontró en medio del caos.

Al principio caminé con Dios… pero seguía siendo yo quien tomaba las decisiones.

Años después, mi vida se quebró. Enfermé por dos años. Perdí fuerzas, cosas y personas. Muchos de los que estaban cerca me dieron la espalda. Y justo cuando parecía que todo terminaba, recibí dos noticias que marcaron mi alma: sería padre por tercera vez… y, tres meses después, que mi único hijo varón, Santiago, tenía leucemia.

Fue una batalla de dos años. Y el 18 de febrero de 2024, Santiago partió.


Ese día dolió más que cualquier otro. Y sigue doliendo. Pero ese día también entendí algo que cambió mi fe: amo a Cristo por encima de mi dolor, y Él me ama por encima de mi pecado.

Desde entonces, ya no camino solo con Dios… ahora camino en Él.


Y ese caminar me ha formado. destruye al hombre viejo cada día y forma a Cristo en mí todos los día.

Hoy mi misión no es hablar de mí, sino ver a Cristo formado en otros.


Porque el Evangelio no es condena, es gracia. No es manipulación, es verdad.


Y no es para unos cuantos, es para todos.

Reflexiòn: No importa cuán profunda haya sido tu oscuridad; el amor de Dios puede alcanzarte hasta lo más hondo de tu alma. Así como lo hizo conmigo, hoy Él quiere darte una transformación radical.

Abre tu corazón. Permite que Jesús no solo sane tu pasado, sino que forme en ti una nueva identidad. En Él hay vida verdadera, esperanza que no se apaga, y un propósito eterno que da sentido incluso al dolor.

Él no solo quiere ayudarte. Él quiere habitar en ti. Caminar contigo, restaurarte desde lo más profundo y llenarte con una paz que sobrepasa todo entendimiento.

Jesucristo está llamando… ¿Estás listo para responder?

Mi Familia

La Vida en un suspiro.

Ministerio y Misión Actual

Mario Hijo de Dios vive para ver a Cristo formado en las personas.


Más allá de los títulos, logros o púlpitos, su misión es clara: acompañar a otros en su transformación interior, para que el sacrificio de Jesús en la cruz no sea solo historia, sino vida encarnada en cada creyente.

Como pastor y fundador de espacios como Hablando de la Verdad y la Academia Teológica Renacer, Mario ha aprendido que Dios no borra nuestras habilidades, las redime y potencia para su obra.

Su camino, marcado por pruebas profundas —incluyendo la pérdida de su hijo Santiago— le ha dado una sensibilidad especial para entender el dolor humano y recordar a cada alma herida que Cristo no solo salva, también restaura.


Formar a Cristo en otros es su propósito.

Ver vidas rendidas, transformadas y enviadas: su pasión.

Propósito y Valores Fundamentales

Para Mario Hijo de Dios, su máximo guía y fortaleza son el Padre, Jesucristo y el Espíritu Santo. Es en la Trinidad divina donde encuentra el amor incondicional y la identidad que lo sostienen cada día. Mario sabe que el propósito que hoy lo impulsa a servir no nace de una voluntad humana, sino del amor y la obra restauradora de Dios en su vida. Como dice en Juan 1:12: 'Mas a todos los que le recibieron, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.' Mario es un hijo nacido de la voluntad de Dios, y su llamado es compartir esta verdad con aquellos que buscan propósito y esperanza.

Su vida ha sido un testimonio de fortaleza y restauración: desde una infancia difícil y una juventud marcada por el dolor, hasta la enfermedad y pérdida de su hijo Santiago. Sin embargo, cada experiencia ha sido una prueba superada por la gracia y el amor de Dios. Mario es un testigo vivo de que Dios es quien restaura y fortalece, y que a través de Jesucristo, el único camino al Padre, cada persona puede hallar su propósito eterno.

Fe y Verdad, Compasión y Servicio, Excelencia Espiritual, Esperanza y Transformación no son solo conceptos, sino principios fundamentales que Mario vive y enseña. Estos valores son una expresión de su compromiso con el amor de Dios y su deseo de acompañar a otros en su caminar hacia una vida llena de propósito y significado. A través de su ministerio, Mario inspira a las personas a reconectar con el propósito original para el cual han sido creadas: vivir en y para Cristo, quien ha restaurado el camino al Padre.

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